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El día de los cromos...

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"Para el que no tiene nada, la política es una tentación comprensible, porque es una manera de vivir con bastante facilidad".

Hoy ha vuelto a reunirse la Junta Directiva de Sgae, aunque no para solucionar los problemas de la entidad y los socios, no crean, sino para solucionar, una vez más, los de sus propios miembros, empezando por la presidenta que, ante la amenaza de una posible moción de censura (que nunca fue mucho más que un órdago desorganizado y sujeto a la negociación), ha movido ficha para conseguir los apoyos necesarios para continuar en la poltrona.

Por ello, la reunión de la Junta Directiva de esta mañana no incluía en su orden del día los graves problemas que se ciernen sobre la Sgae, no se trataba de buscar soluciones a la retirada de repertorios, la fuga masiva de autores musicales y audiovisuales, la caída de una recaudación que apenas llegará este año a los 200 millones (tras haber heredado una recaudación que superaba los trescientos, de la anterior legislatura), o la inminente subida del descuento de administración, que no podrán evitar tras la debacle de un ejercicio disparatado y que exigirá doblarlo (pasando del actual 15% a no menos de un 30%).


Hablaron, parece ser, de cosas mucho más urgentes e importantes, al menos para ellos.


¿Y qué puede ser más importante que todo lo expuesto? - se preguntarán los socios.


Pues, visto el orden del día, lo urgente, tanto como para convocar esta reunión extraordinaria (con dietas incluidas, naturalmente) era cesar al Vicepresidente de Pequeño Derecho, Teo Cardalda (y nombrar una nueva vicepresidenta, Inma Serrano), así como reestructurar la representación de este colegio en el consejo de dirección, dejándolo íntegramente en manos de los defensores de la música nocturna, que forman parte del núcleo duro de lo que se ha venido denominando "la rueda".

Una vez más el comunicado de Sgae sobre lo acontecido en la reunión de hoy vuelve a su realidad paralela. No hace la menor alusión a la dimisión de Teddy Bautista, ni al hecho de que la junto tuvo que suspenderse ante la espantada de los colegios de Gran Derecho y Audiovisual, tras una tensa bronca con representantes del Pequeño Derecho. Previamente a este incidente se había ausentado la propia Pilar Jurado, siendo sustituida en la presidencia de forma interina por Fermín Cabal. Todo ello, un ejemplo más de lo que es hoy el gobierno de la entidad.

Teo Cardalda, que ha sido hasta ahora el vicepresidente de los músicos, mantuvo su leal apoyo a la presidenta, aun en contra de una mayoría de su colegio, al que contuvo a base de no convocarlo, evitando así su propio cese. No fue sin embargo capaz de leer la situación y pecó de confiado, creyéndose a salvo bajo el ala presidencial y los arrumacos de Cabal y Onetti, quienes desde el Gran Derecho y el Audiovisual le calentaban la oreja con eso de la estabilidad y esas cosas que adornan las sustanciosas dietas de los vicepresidentes, incluidos los recién instaurados gastos de representación, toda una novedad de esta etapa "pilarista".

Pero parece ser que la presidenta entendió que había más votos en los opositores a Cardalda que en sus partidarios, así que cambió de tercio.

Dicho y hecho: puñalada al Cardalda y viva la Serrano.


¿El precio de ese apoyo?


Pues, además de garantizarse la vicepresidencia y el control del consejo (con lo que desde San Sebastián de los Reyes se seguirá influyendo en gran medida en la política de la Sgae), lo verdaderamente vital era la aprobación de unos cargos y abonos sobre el reparto de diciembre de 2017 que devuelvan a la noche lo que consideran que el "laudo" de la OMPI le arrebató (amparándose en una sentencia perfectamente gestionable sin necesidad de tal despropósito, por otra parte).

Y todos contentos.


Y a cambio...


Pilar Jurado seguirá en la presidencia, escoltada por sus bien alimentados Pelayo y Williams, que seguirán marcando la hoja de ruta dentro de la entidad hacia el cataclismo final.

Manifiesto firmado por Antonio Onetti, que el pasado 1 de junio pedía la dimisión de Pilar Jurado y la convocatoria de elecciones. ¿Que ha cambiado desde entonces?

Onetti conseguirá su virreinato con pies de barro, a través de su "División Audiovisual" (de hecho, ya se nombró a la gerente de la misma en el pasado consejo, pese a no existir tal "División"), una entelequia sin eficacia práctica alguna (más allá de costarle, caso de llevarse finalmente a cabo, una caída de no menos de un 15% a sus socios, aunque no parece que vayan a quedarle muchos).

Lejos quedan ya el 1 de junio y su enérgico manifiesto, en el que pedía la convocatoria de elecciones y la dimisión de Pilar Jurado.

Ninguna de las cuestiones que tanto le preocupaban entonces se ha solucionado, e incluso han surgido nuevos conflictos que justificarían hoy más que nunca sus exigencias de entonces.

Pero ya ven...


Y tampoco parece incómodo Cabal en este escenario. El que escribiera en campaña sobre la imperiosa necesidad de "evitar los abusos de algunos usuarios, que han dado origen al sistema defraudatorio conocido como “la rueda”, revisando las franjas horarias y la valoración de sus modalidades", parece hoy a favor de la consolidación de todo lo contrario, con el nombramiento de Inma Serrano como vicepresidenta y la reestructuración del consejo de dirección en favor de los representantes más recalcitrantes de eso que él definió como un "sistema defraudatorio" y que hoy adquiere más fuerza que nunca, sin que se escuchen las tradicionales diatribas del vicepresidente de Gran Derecho (ni los coros del siempre dispuesto Meliveo, mucho más comprensivo desde que fue nombrado Consejero).


El caso es que todo estaba saliendo como estaba previsto, hasta que llegó la hora del cambio de cromos final: los "cargos y abonos sobre el reparto de diciembre de 2017" (lo que viene a suponer una cantidad de alrededor de los seis millones que deben abonarse a las editoras de las televisiones y a sus autores).


Y ahí empezó la "fiesta".


En primer lugar, por la circunstancia de que, a día de hoy, 13 de los miembros de Pequeño Derecho no podrían participar en las decisiones que afecten al reparto de las televisiones, en virtud del conflicto de intereses dictaminado por la comisión deontológica. Ellos, naturalmente, no se fían a la hora de "delegar" la decisión. Pero tampoco parece muy tentador para el resto de colegios asumir una cuestión tan espinosa.

Además, eso de los abonos parece cosa más sencilla que la cuestión de los "cargos".


¿Van a retirarse seis millones de euros a los socios que los cobraron en 2017 para abonárselos a las televisiones y sus autores nocturnos?


¡Imagínense la escena!


(pero de no ser así, ¿de dónde van a salir esos 6 millones y quién los va a pagar?)


Por todo ello, llegado el momento, y ya con la presidenta fuera de la reunión, el "cromo" parecía estar en solfa.

Más aún cuando, aprovechando la bronca, y con estratégica oportunidad, los señores Onetti y Cabal abandonaron la sala seguidos de sus huestes, dejando el asunto en el aire y provocando la suspensión de la reunión.


Nada de esto nos cuenta el comunicado posterior de Sgae, redactado desde esa realidad paralela en la que parece vivir el departamento de comunicación en estos últimos tiempos.


Claro que tampoco nos menciona la previa dimisión de Teddy Bautista, quien dejó muy claros sus motivos, que no eran sino una total incompatibilidad con la pertenencia a un órgano de gobierno que lleva cuatro reuniones consecutivas sin recibir la documentación precisa para acudir a las deliberaciones y tomar decisiones con la mínima información exigible, incluidas las actas de reuniones anteriores que se les vienen omitiendo y que deberían presentarse en la siguiente reunión para su aprobación. Dichas actas, parece ser, están estancadas a la espera del visto bueno de la presidenta y sus asesores, algo que dice poco, además, del celo profesional de un Secretario General que parece ajeno a sus competencias y obligaciones al respecto.


Lo raro es que esto no parezca inquietar a ningún otro miembro de la Junta Directiva, que asumen responsabilidades con esta carencia informativa con toda tranquilidad, con excepción de José de Eusebio, que habría presentado una moción de censura contra Pilar Jurado por motivos semejantes.


De momento, eso sí, los cromos se los ha quedado la presidenta.

Y ya veremos, porque esta historia, no lo duden, continuará...



José Miguel Fernández Sastrón

(10 de octubre de 2019)







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