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La "Hoguera de las dignidades".

Foto del escritor: asesorautorasesorautor

Actualizado: 12 abr 2019

El instinto de supervivencia y de mantenimiento de cargos, sillones y dietas es condición humana difícilmente eludible. Pero son muchos los que entienden que para todo hay un límite y éste debe fijarlo la dignidad de las personas.


Hablábamos en anteriores entradas de la conveniencia de que la presidencia de Sgae fuese determinada, directamente, por sufragio de los socios en unos comicios. También de la penosa actuación de la presidencia durante la última reunión de la Junta Directiva, en la que se permitió, ante un fracaso propio, insultar a los miembros de la misma a quienes dejó plantados allí mismo.

Es cierto que días más tarde el presidente pidió disculpas ("No volverá a suceder"- decía - y solo faltaba...). Pero lo que tal vez no entendiera el presidente es que con el insulto a los miembros de la directiva estaba faltando al respeto, no solo de los presentes, sino de todos los socios de Sgae, representados por ellos en dicha reunión y cuya dignidad están obligados a defender. Con ello, según algunos, colmaba un vaso lleno de decisiones arbitrarias, opacidad informativa, caza de brujas interna y un ejercicio de su cargo al servicio de intereses personales y, en todo caso, sectarios.

Por ello, no resulta extraño que un miembro de dicha Junta Directiva, Vicepresidente para más detalles, el editor Clifton J. Williams, en nombre de ALABAMA Music Business, S.L, (y de los socios a quienes representa), haya solicitado por carta una moción de censura al presidente Hevia, que solo llegará a debatirse en el caso de ser secundada por otras 17 firmas de junteros (para alcanzar la mayoría de una junta de 35 miembros, como es la actual).


Lo que si resultaría extraño es que no se alcanzase, al menos, ese número de firmas, pues con ello los insultados miembros de la junta estarían aceptando los insultos y la falta de respeto de un presidente al que parece habérsele "ido la pinza", como se suele decir coloquialmente, y como algunos de ellos mantienen en privado.

Y lo estarían haciendo, además, no solo en su nombre, sino en el de los socios a quienes representan.


Según publica esta tarde la cadena S.E.R, "Clifton J. Williams, uno de los cuatro vicepresidentes de la entidad, representante del colegio de editores, ha solicitado con urgencia la celebración de una junta directiva extraordinaria para debatir una moción de censura que acabe con la presidencia de José Angel Hevia.

Lo ha hecho en una carta enviada al secretario general de la SGAE y a la que ha tenido acceso la Cadena SER y en la que solicita también que en esa junta se debata la elección de un nuevo presidente así como el "cese y elección de miembros del Consejo de Dirección de la SGAE".


Carta del editor Clifton Williams, en la que solicita la convocatoria de una JD extraordinaria en la que se vote una moción de censura contra el presidente Hevia.

Ahora solo resta esperar a la decisión de los restantes miembros de la junta que, ante una conducta impropia, unas decisiones más que cuestionables, un rechazo explícito de la Asamblea y la amenaza de una intervención de la entidad, deberán optar entre la continuidad de un proyecta fallido desde casi el inicio, o un nuevo proyecto que, nadie lo duda, debería pasar por volver a dar la voz a los socios.


Pero eso pasa por ver si esta Sgae sin rumbo ni proyecto, más allá de intereses particulares de unos y otros, claudica ante el insulto por la omisión de sus órganos de gobierno, ardiendo voluntariamente en una "Hoguera de las dignidades", para intentar salvar del fuego las "vanidades" y expectativas de algunos.




José Miguel Fernández Sastrón

(15 febrero 2019)

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