Vuelve a la carga el Ministro José Guirao advirtiendo a la Sgae, no ya solo de una intervención, sino de una posible retirada de la licencia posterior. Y no solo eso, abre la puerta a que sean las entidades de gestión extranjeras las que cubran el hueco que dejaría la Sgae.
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Un aplauso para el Ministro, dispuesto vender a los autores españoles al mejor postor, dejando que sean los intereses internacionales los que primen sobre los nuestros y permitiendo el viejo sueño francés de liderar, desde España, los repertorios iberoamericanos, algo que nosotros no hemos sabido hacer y que el Ministro ni siquiera contempla.
¿Sabe en realidad Guirao lo que está diciendo, o asistimos a un nuevo episodio de incontinencia ministerial?
Todo es posible, pero resulta un poco cansino recibir las lecciones de un político que olvida a menudo que, puestos a ello, nos llevan mucha ventaja en lo que a carencias se refiere en cuanto a administración y gestión de intereses colectivos.
- El señor Ministro dice que "la intervención parcial de la Sociedad General de Autores y Editores (SGAE) es el "paso previo a la retirada de la licencia para operar" y, pese a reconocer que supondría una "catástrofe", abrió la puerta a que otras entidades de gestión asuman su actividad ante su inacción para adaptarse a la legalidad".
Y lo dice sin rubor alguno, desde esa prepotencia política de quien omite que esa "legalidad" a la que tenemos que adaptarnos nos llegó con más de dos años de retraso (ellos necesitaron más de cuatro años para hacer sus "deberes"), con respecto a nuestros socios europeos. Fue el legislador español el que fue incapaz de adaptarse en plazo a la directiva europea y luego nos da a nosotros un plazo de tres meses para hacerlo, pretendiendo darnos, además, lecciones de eficiencia.
Nuestro retraso le parece inadmisible al Ministro.
Del suyo, el del gobierno y el parlamento, claro, no dice nada.
- El señor Ministro dice que "Si la mayoría considera que el modelo SGAE no es viable, surgirán otras entidades de gestión", aseguró el titular de Cultura en una entrevista con 'Servimedia', donde precisó que las entidades de gestión europeas podrían asumir su actividad, dado que "pueden operar aquí".
¿La mayoría de quién?
Lo que anticipa el Ministro es una entrega de los autores españoles a un colonialismo cultural especulativo, lo que no es de recibo. Lo que hacen nuestros políticos es vender el derecho de autor al mejor postor (como en tantos otros ámbitos) y dejar la cultura española huérfana de protección, una vez más.
- El señor Ministro dice que "solicitó la semana pasada a la Sala de lo Contencioso-Administrativo de la Audiencia Nacional una intervención parcial de la sociedad de autores, a fin de nombrar una gestora que adapte los estatutos, implante un sistema de voto electrónico y modifique el reparto de derechos de autor".
Empieza bien el Ministro, anunciando una comisión gestora de tres personas (que naturalmente pagaremos los autores), en lugar de, como habla la ley, un administrador judicial.
La adaptación de los estatutos es tarea sencilla. De hecho ya está hecha, por parte de nuestros Servicios Jurídicos. Lo único que falta es que la apruebe la Asamblea.
¿Se refiere el Ministro a que se obviará ese paso? ¿La aprobarán ellos?
Para eso, en todo caso, no necesitará seis meses y menos aún prorroga alguna de ese periodo (pero claro, ya sabemos quiénes pagaremos la factura de estos "expertos").
Respecto del voto electrónico, una vez más debo recordarle al Ministro que la ley no lo exigía en absoluto en el momento de su apercibimiento. Es dudoso, incluso, que la nueva redacción aprobada recientemente en el congreso (que se adapta a la redacción original de la directiva europea en este punto), lo exija expresamente, aunque en todo caso, y si así fuera, esta corrección pone de manifiesto la irregularidad de la exigencia ministerial al respecto el pasado 27 de septiembre, así como la necesaria interposición de un nuevo requerimiento al efecto, con el consabido plazo de tres meses para su subsanación.
Pero lo que sí es una realidad incuestionable es que ese sistema de voto no lo emplea ninguna entidad de gestión en nuestro país (¿va también a intervenir a las demás?), ni tampoco aquellas a las que el Ministro, solícito, abre las puertas con entusiasmo para que operen en España.
Y dado lo que estima este sistema el señor Guirao, cabe preguntarle:
¿Habrá voto electrónico el próximo 28 de abril, señor Ministro?
Respecto del sistema de reparto, el señor Ministro debería saber, si es que alguien lee y le informa acerca de los innumerables papeles que se envían al ministerio desde la entidad, que la Asamblea aprobó el pasado 27 de diciembre un nuevo sistema de reparto, cumpliendo así con la normativa vigente, en el que, además, se incluía un límite expreso para los derechos devengados en la franja nocturna, que debería ajustarse al que estableciese la ley.
Otra cosa, señor Ministro, son los repartos del pasado que, como usted también debería saber, se hallan sometidos a diferentes resoluciones judiciales y recursos, lo que no permite mucho margen de maniobra hasta contar con una resolución definitiva.
Si le doy la razón en lo que respecta al último reparto de diciembre, que la actual junta directiva realizó de manera irregular y que la asamblea rechazó. Es necesario modificarlo, sin duda ni reserva alguna, pero eso no había ocurrido el pasado 27 de septiembre, por lo que nada tiene que ver con su apercibimiento, origen de la intervención con la que, un día más, amenaza usted.
- El señor Ministro dice que en Sgae se ha "perdido el tiempo pensando que el Ministerio no se iba a atrever".
¡Que osadía la de Sgae!
Después de ver y escuchar las cosas a las que el Ministro se ha atrevido a decir públicamente, sin rubor alguno, ¿cómo se iba a dudar de su... digamos, atrevimiento?
Viniendo de un Ministro, la "frasecita", más propia de una partida de mus que de una declaración institucional, suena un poco fuera de lugar y se califica por sí misma.
- El señor Ministro dice que "mientras la Unión Europea, el Parlamento Europeo y el Gobierno nos estamos batiendo el cobre para conseguir que el derecho de autor tenga una remuneración, ahora llega una sociedad de gestión y da esta imagen, que no es nada edificante".
¡Y se queda tan tranquilo!
Hace más de cien años que eso ocurre, señor Ministro.
Y si de lo que habla es de la nueva normativa para el ámbito de internet, el "cobre", señor Ministro, se lo han batido las asociaciones autorales de toda Europa, mientras ustedes hacían equilibrios para no pisar callos indeseados y, eso sí, como siempre, apuntarse el tanto si la cosa sale bien. Eso sin mencionar que esa remuneración por la que usted tanto dice haber luchado no es una conquista exclusiva de los autores y beneficiará en su mayor parte a las grandes multinacionales de la música y el audiovisual (lo que ha estimulado mucho, sin duda, ese desvivir político del que tanto presume usted).
Y ya puestos a ello, señor Ministro, y ante su noble preocupación por el colectivo autoral, permítame hacerle una pregunta:
¿Conoce usted el artículo 71 de la L.P.I?
¿Tiene pensado hacer algo al respecto de uno de los agravios normativos más delirantes contra los autores y sus derechos, en favor, naturalmente, de las grandes editoriales?
No le pido que "se bata usted el cobre", ni lo espero, pero no estaría mal que le echara una miradita...
- El señor Ministro "aseguró que en la sociedad de autores "ahora mismo están absolutamente divididos" y señaló que "lo primero que tiene que haber es un acuerdo entre la mayoría" de socios, a fin de "pacificar" la situación".
A lo mejor podrían organizar unos cursos de consenso en el parlamento, señor Ministro y así podríamos aprender de ustedes, los políticos.
¿Debo recordarle que, tras una moción de censura, un cambio de presidente, ahora han convocado elecciones ante la imposibilidad de aprobar los Presupuestos Generales del Estado por falta del necesario consenso?
¿Cuando van a ponerse ustedes de acuerdo, señor Ministro, y "pacificar" la situación política de este país? (eso sí que lo pagamos todos los ciudadanos, señor Ministro, como sus sueldos y el coste de una gestión pública que no está en condiciones de darnos muchas lecciones).
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Y es que escuchando al señor Ministro (y no solo a él) en esta y en otras ocasiones, no podemos sino llegar a la conclusión de que los escándalos continuos de la Sgae hacen imprescindible su intervención, para que tres administradores públicos vengan a poner orden en la casa de los autores, un colectivo señalado por la corrupción e incapaz de autogestionarse. Por eso, tenemos que recibir con entusiasmo y esperanza la intervención del señor Ministro y sus tres "jinetes del Apocalipsis" (que ni siquiera sabemos si se verán también obligados a pasar el filtro de una comisión deontológica) para que arreglen todos nuestros "entuertos".
Es de suponer que cuando el señor Ministro habla de escándalos y causas judiciales abiertas no se está refiriendo a los casos que leemos a menudo en los diarios y que afectan, prácticamente, a todos los ámbitos de la política española.
Todos queremos arreglar nuestros problemas, señor Guirao, y no dude de que los autores de este país buscan y encontrarán soluciones para los actuales conflictos. Que los tenemos y muy importantes en el entorno de la gestión colectiva.
Y no dudamos tampoco de que los jueces harán su trabajo a la hora de exigir las responsabilidades que, en su caso, pudieran derivarse de cualquier actuación cuestionable en nuestro seno.
Termine su partida de mus, envide o pase, cumpla usted con su obligación y haga lo que estime oportuno, señor Ministro. Actúe de una vez como crea que debe hacerlo y tome (y asuma) las decisiones que estime procedentes.
Esa es su responsabilidad, y nadie la cuestiona.
Pero lecciones, señor Ministro, las justas.
José Miguel Fernández Sastrón
(26 febrero 2019)
Buenos días José Miguel Fernández Sastrón, escribo desde la cuenta de mi marido porque no he sabido entrar y me gustaría poder contactar con usted. He leído todo su blog. Soy Carmen, hija de Enrique Lozano Villena. Interpusimos reclamación contra SGAE durante su mandato entre otras cuestiones por falta de liquidación de derechos de autor de la obra de nuestro padre, registrada en SGAE y contenida al menos en dos albums de una artista puertorriqueña distribuido en el extranjero. Nos respondieron desde SGAE que la discográfica, que entonces era CBS, no licenció el primer disco en SGAE y no pudieron recaudar por él, y que solo habían recibido derechos por un recopilatorio posterior (ahora comprobamos que CBS ni licenció el…