"Hay momentos en la vida de todo político en que lo mejor que puede hacerse es no despegar los labios".
(Abraham Lincoln)
La Junta Directiva de Sgae, y más concretamente su presidente provisional, Fermín Cabal, nos manda un nuevo comunicado en el que expresan su firme compromiso con los autores y editores, los directivos y los trabajadores de la entidad.
Nos hablan de restablecer la confianza, la transparencia y la eficacia.
Todo ello nos haría pensar en que una nueva Junta Directiva ha tomado el relevo a aquella que, según se deduce del comunicado, carecía de transparencia y eficacia, no generaba confianza y no cooperaba con los máximos responsables del Ministerio de Cultura y Deportes.
El problema es que la Junta Directiva no ha cambiado.
De hecho, son los mismos, pero nos dicen que, ahora, van a hacer todo lo que no han hecho en diecisiete meses de legislatura y que debemos fiarnos de ellos.
¿Qué debería hacernos pensar en la capacidad de una Junta Directiva que ha demostrado, y hasta reconoce, su propio fracaso?
¿Podemos confiar en quienes critican hoy una gestión que tenían la obligación de supervisar y de la que ahora pretenden desligarse?
Sólo en el último año ha habido 18 reuniones de la Junta Directiva y 19 del Consejo de Dirección (lo que supone un coste de más de un millón de € del dinero de los socios, solo en dietas, que, parece ser, hemos tirado a la basura), todo para decirnos ahora que no se habían enterado de nada y que no son responsables de la calamitosa gestión que ellos mismos descalifican, después de haberla apoyado durante meses.
- ¿Y para qué se reunían entonces? (aparte de para repartirse sillones...)
- ¿Cómo pueden hablar con tanto descaro del inicio de una "nueva etapa"? (sin que se les caiga la cara de vergüenza)
Esto, queridos presidente y miembros de la actual junta, no es un comunicado serio. Es, simplemente, una tomadura de pelo a los socios y un insulto a su inteligencia.
Lo único digno que puede hacer ya la actual Junta Directiva (lo único que no ha intentado todavía) es convocar unas elecciones y salir por la puerta lo antes posible.
Eso, o seguir haciendo el ridículo... (y, de paso, arruinando a la Sgae y a sus socios).
José Miguel Fernández Sastrón
(24 de abril de 2020)
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