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Inicié este Blog en el año 2013, con algunas entradas que tuvieron bastante repercusión por aquel entonces, especialmente aquellas que se referían a los aspectos más relevantes de los contratos editoriales y discográficos, las carencias (o concesiones) de la Ley de Propiedad Intelectual al respecto y, en general, aquellos asuntos que afectan a la profesión autoral, tan desasistida en estos tiempos y tan desinformada de una realidad que amenaza con convertir el derecho de autor en una mercancía sujeta a la especulación por medio de una gestión mercantilista promovida, si no impuesta, por una legislación a medida de los intereses de los poderosos lobbies multinacionales. Un negocio prometedor, desde luego, pero en el que no estamos invitados a participar, o no más allá de la "propina" que quieran adjudicarnos. Para ello, la primera prioridad es acabar con la gestión colectiva (y con ella nuestra capacidad de negociar colectivamente y fijar el valor dude nuestros derechos) y convertirla en una gestión "selectiva", a través de agencias privadas con ánimo de lucro que eliminen cualquier tentación solidaria.
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(http://www.expansion.com/mercados/2018/07/22/5b54a11246163f84198b4624.html)
Cinco años más tarde, después de una etapa de inactividad en este ámbito y el cierre del Blog inicial, creo que es momento de retomar su sentido original. No solo porque las circunstancias, lejos de mejorar para los autores, han profundizado preocupantemente la crisis que vive la profesión, cuyas creaciones cada vez son más demandadas y distribuidas, pero cada día peor retribuidas por aquellos que han hecho un gran negocio del reclamo que suponen en un modelo de negocio basado en la información, sino porque solamente mediante el conocimiento del entorno en el que se desarrolla y se monetiza nuestro trabajo y la defensa de la unidad como colectivo amenazado podremos los autores sobrevivir como profesionales independientes en este mundo globalizado a la medida de los más fuertes.
Considero, además, que tengo una deuda de gratitud con mis compañeros de profesión, con todos los autores, que me han permitido vivir una de las experiencias más enriquecedoras de mi vida profesional, en el terreno de la gestión, mi otra faceta en este viaje vital ya largo y rico en experiencias. Y muy concretamente en la gestión y la problemática de la herramienta más importante que han tenido los autores para defender sus derechos, que no es otra que las entidades de gestión colectiva, en nuestro caso la Sgae, que ha permitido desde finales del siglo XIX que los autores españoles sean dueños de su destino. Poder aportar lo poco o mucho que haya aprendido a quienes quieran compartirlo y ofrecer a los autores la posibilidad de conocer una visión que no siempre coincide con la información que interesadamente se nos ofrece y que oculta una realidad cuando menos poco tranquilizadora para nuestra profesión (y a la que, antes o después, tendremos que enfrentarnos), es un deber que gustosamente me impongo, sin otra pretensión que aportar mi granito de arena, desde bambalinas, a la defensa de los creadores de este país y los del mundo entero, sin los que la vida sería mucho más gris y la mediocridad se impondría en nuestros espíritus.
Por todo ello, y seguramente por muchas más cosas, vuelve Asesor Autor, el blog que intentará dar respuestas a algunas de vuestras preguntas y, lo que es más importante, suscitar preguntas y dudas en quienes asisten pasivos a una realidad programada, sin preguntarse:
¿Qué está pasando con nuestros derechos?
José Miguel Fernández Sastrón
(25 de julio de 2018)
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