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IVÁN llama a tu puerta....

Foto del escritor: asesorautorasesorautor

"La falsificación de un nombre en la papeleta de voto por correo, la asunción de una identidad falsa, el robo de papeletas de votación o el engaño de un tercero en cuanto a su voto por correo constituyen delitos penales".


Son varios los socios que comentan haber recibido llamadas telefónicas para pedirles el voto para las candidaturas "oficialistas" de "Plataforma Autoral" en las próximas elecciones de Sgae del 21 de noviembre.

Eso, aunque aún no estamos en el periodo fijado para la campaña electoral, no es algo que pueda sorprendernos, ya que es habitual que los candidatos llamen a sus socios conocidos para anunciarles su postulación y pedirles su confianza (ya sea para esta o cualquiera otras candidaturas).


Otra cosa sería si esas llamadas las hiciera alguna persona contratada para tal misión, ya que el Artículo 56.6) de los Estatutos Sgae es claro en este sentido (entiéndase que tanto en su literalidad como en el espíritu de la norma) cuando dice que "Los/as candidatos/as y las candidaturas no podrán contratar con ninguna persona física ni jurídica la gestión y recogida del voto por correo. En caso de incumplimiento, la Comisión Electoral podrá retirar al/a la candidato/a o la candidatura objeto de la infracción".


Tampoco sería aceptable que una persona llamase a socios cuyos datos hubiera obtenido de forma irregular mediante un acceso no autorizado al CENSO de la entidad, o conservara una copia no autorizada del mismo, realizada cuando accedió como empleado de la casa.


Es importante aclarar que, a día de hoy, está publicado un censo (únicamente accesible para los socios), pero en éste constan sólo los nombres de los socios y socias de Sgae, así como su número de votos. En ningún caso aparecen sus direcciones (ni postal ni de correo electrónico) ni, por supuesto, sus números de teléfono.

No será hasta cuando comience oficialmente la campaña que pondrán a su disposición un censo con direcciones de correo postal de los socios (nunca sus números de teléfono), para así poder enviarles la documentación de las diversas candidaturas (información, programas electorales, etc), y también una herramienta informática que permita a éstas comunicarse vía mail con los socios, pero sin acceder a sus direcciones de correo, que serán gestionadas por Sgae y la empresa externa contratada al efecto.


Dicho esto, no podría asegurarse, pues, que hubiese necesariamente un problema en el hecho de que el señor Iván García Pelayo se haya prodigado en llamadas pidiendo a varios socios el apoyo a las candidaturas de la "Plataforma Autoral" del señor Onetti y sus mentores. Sin embargo, existen algunas circunstancias que ponen en tela de juicio esta actividad por parte del diligente conseguidor de votos que, una vez más, se afana en su labor proselitista.


¿Por qué es cuestionable esta gestión por parte de García Pelayo entonces?


1- En primer lugar, habría que preguntarse qué motiva al señor García Pelayo a tan esforzada actividad en favor del señor Onetti y sus candidaturas afines. Dado que él no es candidato, y carece por lo tanto de un interés personal como postulante a la Junta Directiva, sólo podrían estimularlo, o bien una altruista y profunda convicción sobre las excelencias de Onetti y sus acólitos, o una expectativa de remuneración por su abnegada labor de captación.


- ¿Acaso cobra alguna contraprestación económica por ello?

Y de ser así...

- ¿Quién o quiénes le pagarían por ese servicio?


2- Independientemente de que, en tal caso, habría que estudiar si pudiera estar contraviniendo el mencionado Artículo 56.6 de los Estatutos Sgae, y suponiendo que no fuese así y que su actividad fuese meramente informativa, sin ocuparse de recogida material de voto alguno, no parece que pueda censurarse si los componentes de la candidatura "Plataforma Autoral" (curiosa denominación, por cierto, para una candidatura que patrocinan fundamentalmente las editoras multinacionales) decidiesen abonar al señor García Pelayo unos estipendios a cambio de su colaboración. De hecho, la experiencia nos demuestra que el amigo Pelayo ha cobrado tradicionalmente por sus servicios en diversas campañas del pasado. En las últimas elecciones Sgae de 2020, sin ir más lejos, el señor García Pelayo habría solicitado una cantidad de 800 € a cada uno de los candidatos individuales a los órganos de gobierno de la entidad que, finalmente, fueron elegidos, según consta en el "Hecho cuarto de la querella criminal interpuesta por Don Eduardo Ezpondaburu Marco" (ex-Secretario General de Sgae), que hace referencia a las "irregularidades acaecidas en las elecciones celebradas en la SGAE el 22-10-2020, que incluirían la posible manipulación de las mismas".

El agravante, en ese momento (al margen de si declaró o no ese ingreso que pudo superar los 12.000 euros), era que el señor García Pelayo tenía entonces la condición de alto directivo de la entidad, en su calidad de Director de Relaciones Institucionales de la Sgae. Es decir, que era un empleado de la casa quien cobraba a determinados candidatos por favorecer su posición electoral, algo que supone, entre otras cosas, un conflicto de interés "de libro", y que debió ser denunciado por los responsables de la entidad ante la Comisión Electoral. Claro que, si no lo sabían, nos dirán, no podían denunciarlo...

Lo que ocurre es que las candidaturas promocionadas por Pelayo eran, precisamente, las que apoyaron después la reelección del propio Onetti, que ya era entonces Presidente y, por lo tanto, primera autoridad de Sgae (lo que hace difícil creer que éste no estuviera al corriente). Y, por otra parte, los candidatos que pagaron 800€ al señor Pelayo, y que accedieron después a la Junta Directiva, debían conocer perfectamente la condición laboral de éste (sino en ese momento, sí desde luego después de su toma de posesión) y tampoco hicieron denuncia alguna (a excepción de uno de ellos, el señor Salinas, que sí lo hizo en el transcurso de una Asamblea).


Varios de ellos, por cierto, vuelven a presentarse el próximo 21 de noviembre...

Iván G.Pelayo en su declaración en el Juzgado

3- No debemos tampoco ignorar que el señor García Pelayo admitió en su declaración como "Investigado" en el JUZGADO DE INSTRUCCIÓN Nº 05 DE MADRID que una de sus funciones como Jefe de Gabinete de la Presidencia era la de llamar a los socios para "estimular la participación" en las Asambleas, y que, naturalmente, tenía para ello el acceso a sus números de teléfono y otros datos estadísticos del censo (ya que, como el mismo puntualizó, llamaba principalmente a aquellos que contaban con mayor número de votos, lo que, ya de por sí, invita a pensar que su preocupación por la participación social era más cualitativa que cuantitativa).

De hecho, la propia Juez que lo interrogaba no pudo evitar decirle que, en su opinión, "utilizar los medios de la Sociedad General de Autores para que lo voten a uno, está muy feo..." (a lo que Pelayo respondió a la defensiva que "en unas elecciones sí, pero en una Asamblea no...").


No podemos dejar de contemplar que el señor García Pelayo pudiese disfrutar de una gran empatía social y un poder de persuasión que justifiquen su contratación por parte de la candidatura "oficialista", claro, pero, convendrán conmigo en que es su acceso pretérito a los datos del censo lo que lo convierte en un colaborador potencialmente muy valioso.

Y aunque no podemos descartar la posibilidad de que sea poseedor de una memoria prodigiosa que le permita retener los números de teléfono de los socios a los que accedió en su etapa como empleado de Sgae, francamente, tampoco eso parece muy realista.


Las preguntas que inevitablemente debemos hacernos entonces son:


-¿Utilizó García Pelayo el acceso al censo que tenía en ese momento como empleado para pedir el apoyo a los candidatos que le abonaron 800€ por sus servicios en las elecciones de 2020? (es decir, ¿utilizó su condición de empleado de la casa para favorecer intereses particulares y obtener un beneficio económico a cambio de ello?).


-¿Conservó el señor Pelayo copia del mismo que le permita llamar hoy a los socios en su labor de promoción de las "candidaturas oficialistas" de "Plataforma Autoral" en estas próximas elecciones de 21 de noviembre de 2024? (es decir, ¿aprovechó su acceso circunstancial para proveerse de una copia que le garantizara una posición de ventaja que proporcionar a terceros a cambio de una contraprestación en el futuro?)


A.Onetti e Iván García Pelayo

De ser así, naturalmente, estaríamos ante una evidente irregularidad ventajista sobre la que la Comisión Electoral no podría dejar de pronunciarse. Me consta, además, que la Secretaria General ha sido advertida de esta posibilidad, y no parece que un simple "No nos consta que el señor García Pelayo colabore con ninguna candidatura..." sea suficiente para cubrir la responsabilidad de quienes tienen la obligación de velar por la transparencia y asepsia de los procesos electorales, ni la exima de investigar esta circunstancia con el rigor necesario (algo que no parece muy dispuesta a hacer). Para empezar, el propio Onetti, actual presidente y cabeza visible de "Plataforma Autoral", debería ser el primero en aclarar esta cuestión. Sobre todo porque su circunstancia (y la del propio García Pelayo) así lo recomiendan...


4- Y es que, por último, la principal razón que pone en cuestión cualquier colaboración del señor García Pelayo en el actual proceso electoral, aparte de lo ya comentado, es su implicación en el presunto FRAUDE continuado en las votaciones que investiga el Juzgado.


En las diligencias previas 575/2022 tramitadas ante el Juzgado de Instrucción nº 5 de Madrid se investigan actualmente los siguientes hechos:


  • Falsificación de votos emitidos en las Asambleas Generales de la SGAE celebradas el 30-1-2020, 30-7-2020, 30-11-2020 y 23-6-2021, así como en las elecciones de la SGAE celebradas el 22-10-2020.


  • Pagos por parte de la SGAE de facturas «falsas» emitidas por entidades y personas que no han prestado ningún servicio ni realizado ninguna labor en interés de la SGAE, satisfechas como contraprestación por las falsificaciones de votos mencionadas.

    (Adviertase que no hablamos de "presuntas falsificaciones" , pues estas están acreditadas ya en el proceso como tales).


A día de hoy, las personas "investigadas" (léase imputadas) por los  hechos señalados son las siguientes:


  • ANTONIO RUIZ ONETTI, Presidente de la SGAE (y hoy candidato de "Plataforma Autoral" por el Colegio de Gran Derecho).


  • ADRIÁN RESTREPO RENDON, ex-Director General de la SGAE.


  • IVAN GARCÍA-PELAYO ALVARADO, ex-Director de Relaciones Institucionales en la SGAE.


  • JOAQUÍN OLTRA MARTINEZ, ex-Director de Sistemas de la SGAE .


  • NURIA CÉSPEDES CAMPOS, RAMÓN CRAQUIS FERNÁNDEZ, JAIME TORROJA MORALES DE SETIÉN y FRANCISCO CARLOS MORALES DE SETIEN, personas todas ellas del entorno de IVÁN GARCÍA PELAYO, que, presuntamente, habrían participado tanto en la falsificación de votos como en la emisión de las facturas «falsas» satisfechas por la SGAE.


Es decir, que los candidatos de "Plataforma Autoral" habrían decidido contar para la captación de votos para sus candidaturas con una persona que está siendo investigada por un presunto fraude electoral en 2020, lo que ayuda poco al hecho de que uno de ellos, el propio Presidente de Sgae, señor Onetti, comparta dicha condición de investigado, también en dicho proceso. Todo ello cuando la situación recomendaría, y hasta exigiría, un esfuerzo de transparencia y rigor en unas elecciones que, circunstancias como esta (y otras que hemos comentado en anteriores entregas), ponen bajo sospecha.


Seguramente, la mayoría de los candidatos de "Plataforma Autoral" no sean conocedores ni participen de esta casuística (no así aquellos que repiten y que ya fueron elegidos en 2020 en un proceso electoral marcado por el presunto fraude investigado hoy en sede judicial). Pero, en todo caso, ello no los exime de su responsabilidad de exigir las explicaciones que procedan y denunciar la participación del señor García Pelayo en su campaña de captación de votos. De otro modo, se verán inexorablemente salpicados por el escándalo que, sin duda, provocará este hecho en la masa social y la opinión pública (además de lo que la investigación judicial en curso tenga que decir al respecto, ya que, si llegase a determinarse la existencia de un delito, todos aquellos que hubieran tenido conocimiento de su comisión, e incluso pudieran haberse beneficiado del mismo, podrían ser considerados como encubridores, cuando no cómplices de aquel).


Por otra parte, los socios que reciben las llamadas del señor García Pelayo deberían, en primer lugar, preguntarse cómo es que dispone de sus números de teléfono (siempre, naturalmente, que no se lo hubiesen proporcionado ellos mismos o tuviesen una relación que lo justifique).

Pero, en todo caso, unos y otros, deberían considerar la posibilidad de que la conversación que mantengan con el ilustre conseguidor de Longoria no sea todo lo privada que cabría esperar. Después de todo, los Autos Judiciales están llenos de transcripciones de conversaciones telefónicas mantenidas por personas, como García Pelayo, sometidas a investigaciones (y no es algo insólito que, incluso, las leamos en los medios, merced a filtraciones en los juzgados), lo que afecta, no sólo al investigado en cuestión, sino también a aquellos a los que éste contacte, por ajenos que sean a la causa.


Así que ya lo saben:


Si Iván llama a su puerta (o a su teléfono), mejor denle largas...






José Miguel Fernández Sastrón

(13 de octubre de 2024)






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