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La Sgae de Onetti: ¿Licencia para manipular...?

Foto del escritor: asesorautorasesorautor

"Nadie está libre de decir estupideces, lo malo es decirlas con énfasis".

(Michel Eyquem de Montaigne)

Muy preocupado debe estar el señor Onetti ante la inminente Asamblea de Sgae del próximo día 9 de febrero cuando ha desplegado tanta actividad mediática para vendernos sus bondades y mostrarnos un esperanzador escenario socioeconómico, que, como de costumbre, poco tiene que ver con la realidad.

Onetti se ha lanzado al ruedo y se prodiga por los medios como si estuviera en plena campaña de autopromoción. Leer sus respuestas y conocer a través de sus declaraciones su diagnóstico de la situación y su pronóstico de cara al futuro de la Sgae es un exigente ejercicio de contención (para contener la risa, quiero decir).

Como guionista que es, ha llevado al extremo la ficción a la hora de componer su relato, pero, eso sí, resulta notable su esfuerzo para convertir en una comedia lo que es, en la realidad, un drama para la mayoría de los socios de la entidad y para los autores y la clase media editorial en general.


Empezaremos por sus declaraciones a europapress cuyo titular ya de por sí no tiene desperdicio:

Onetti nos dice que "Las cifras de recaudación se han visto lastradas por la pandemia de coronavirus y en el año 2020 la recaudación de la entidad cayó a 218,5 millones. El año pasado, sin embargo, esta cifra ya aumentó hasta los 260 millones de euros --casi un 19% de subida-- y, pese a tener esa misma cifra presupuestada para este 2022, Onetti espera alcanzar los 300 millones de euros".


El señor Onetti, nos manifiesta su confianza en llegar a los 300 millones en 2022, pero en su presupuestos parece más comedido y se conforma con esos 260 millones aludidos.

Para empezar, el presidente incluye en estas cifras la parte que corresponde a la recaudación de los administrados (AIE y AGEDI), que son en este caso unos 18 millones, lo que deja la previsión presupuestada real en 246 millones de € para Sgae.

Por otra parte, decir en prensa que aspira a 300 millones, pero ser mucho más comedido en los documentos oficiales es buena prueba de que Onetti tiene dos discursos: el mediático para impresionar al personal y el interno para curarse en salud.


Curiosamente, además, el señor Onetti atribuye a la pandemia las carencias recaudatorias de su etapa, primero como vicepresidente y luego como presidente, y se lamenta de la caída de 2020. No dice que la caída abismal fue ya en 2019, sin pandemia, en el que se pasó de una recaudación de 314 millones (20 eran de los administrados, dejando la cifra de Sgae en 294 millones) en el año anterior a los 279 millones de ese año (21 eran de administrados, dejando la cifra Sgae en 258 millones). Es decir, entre 2018 y 2019 se perdieron 36 millones de recaudación (sin pandemia, insisto), simplemente, a consecuencia de una mala gestión, de la que el señor Onetti era participe (como vicepresidente y miembro del consejo) y, por lo tanto, corresponsable.


Dejo a los lectores elegir para estas afirmaciones la opción que consideren aplicable al locuaz presidente en esta declaración entre:

1- NO SABE.

2- NO CONTESTA

3- MIENTE.


Pero, si algo ha llamado la atención dentro de este circo mediático que le han montado a Onetti sus asesores de comunicación (uno se pregunta si quieren ayudarlo, o defenestrarlo definitivamente, la verdad) es su afirmación respecto de la salud de la Sgae. En sus declaraciones a la prensa, Onetti ha calificado de "bastante mejor" el 'estado de salud' de la SGAE respecto a hace un par de años... La verdad es que es difícil saber que criterio seguirá Onetti para hacer tan sorprendente afirmación.


¿A qué salud se refiere?


– Suponemos que no será a la "salud economico-financiera", ya que la situación de caja es dramática, la recaudación está por los suelos, los socios han visto cómo se quedan sin anticipos y sin seguro, mientras aumenta, eso sí, el descuento de administración (que tendrá que aumentarse más aún, me temo, si es que no deciden volver a burlar la norma estatutaria, dadas las cuentas tan "saludables" del señor Onetti).

El Patrimonio Neto de la Sgae "saludable" de Onetti es negativo en una dimensión insólita históricamente y sus explicaciones al respecto son una burla a la inteligencia de los socios. Como lo es el presumir de buena salud después de despedir con cajas destempladas al "médico" (en referencia al director financiero, precisamente porque advirtió, entre otras cosas, de los problemas financieros provocados por la gestión del señor Restrepo, las irregularidades en el reparto y las pretensiones políticas del señor Onetti y su guardia pretoriana en relación a los anticipos). Para más detalle sobre esta cuestión, les remito a una entrada anterior de Asesor Autor (https://www.asesorautor.com/post/las-purgas-de-onetti-y-restrepo-quién-supervisa-a-la-sgae).


– Tampoco parece muy razonable que se refiera a una "salud institucional". Sobre todo, si tenemos en cuenta la diáspora de socios (algunos autores musicales relevantes, pero especialmente, autores del Colegio Audiovisual, que han salido flechados hacia DAMA tras comprobar que dicha entidad paga mucho mejor, según dicen ellos). Lo cierto es que la etapa del señor Onetti como Vicepresidente Audiovisual y ahora como Presidente, ha conllevado la huida masiva de los socios de este colegio, dejando el audioviosual de Sgae en cifras casi residuales, tanto en número de socios, como en recaudación y peso proporcional en la cuenta de resultados.

Un "FALLO" muy remoto, según los SSJJ de Sgae

Y eso por no hablar de los varapalos judiciales que hemos sufrido, de los que se informa poco, mal y tarde (o nunca, si pueden evitarlo). Resulta casi cómico escucharlo argumentar que, en el caso de los famosos 10 millones que la entidad se apropió, "La sentencia anula la decisión que se tomó en una asamblea porque considera que los socios no estaban bien informados, son cuestiones formales. Entonces se optó por que esos 10 millones de euros pasaran al patrimonio de la casa: hay que saber quién los ha generado porque, si no, a quién se lo repartes". Vamos que, para el señor Onetti, el que un juez diga que se ha ocultado información a los socios es una nimiedad formal que no afecta en absoluto a la salud de la entidad. También intenta manipular la realidad argumentando, a título de autojustificación, que no se puede repartir, ya que "Para que ese dinero se pueda repartir, tienes que saber a quién se lo repartes y cuándo se generaron los derechos". Omite, eso sí, que en ese caso ese dinero entraría en la bolsa de prescripción (lo que le impediría también hacer lo que se hizo, es decir, apropiarse del dinero para utilizarlo como fondos propios. De hecho, eso fue precisamente lo que decía el informe jurídico externo de CUATRECASAS que decidieron ocultar a los socios).


Pero el riesgo era "remoto"...

Informe Asamblea 30.1.2020 (Un riesgo remoto)

Dice el señor Onetti que no se ha incluido una cuestión tan grave en el orden del día de esta Asamblea de 9 de febrero (una vez que ya sabemos que ese riesgo "remoto" se convirtió en una sentencia cierta y contraria) "Porque no nos ha dado tiempo a estudiarlo convenientemente. Esta sentencia se puede apelar y lo estamos estudiando. La sentencia solo entra en cuestiones formales, no en la cuestión de fondo". En todo caso, resulta algo desasosegador que confiese que todavía no han podido estudiarla convenientemente. Sobre todo, porque el plazo para la apelación es de 20 días, que deben estar a punto de cumplirse, por lo que no parece que les quede mucho margen para estudiar...


Luego añade que "La sentencia entra en cuestiones formales: que no se informó debidamente, que el punto que se votó era confuso, que se hablaba de un informe que luego no existía... pero en ningún momento dice que el hecho fuera irregular. Lo que hace es anular la decisión que se tomó en la asamblea" (y se queda tan ancho, eso sí). Claro que, si pensamos que en la asamblea de 2020 se nos dijo (y así constaba en el Informe de Gestión) que el riesgo de que hubiera una sentencia contraria en este asunto era "remoto" (e, incluso no sabían determinar su cuantía, lo que resulta curioso, toda vez que ésta era evidente), no es extraño que Onetti se columpie en estas cuestiones. Y no parece que los Servicios Jurídicos acertaran en su pronóstico, desde luego.

No me entretendré más en este episodio, que ya abordé también detalladamente en una entrada anterior de este blog (https://www.asesorautor.com/post/la-culpa-será-del-mensajero).

– ¿Salud política, tal vez?

Presume de sus buenas relaciones con el Ministerio, y cuenta que "la relación de la SGAE con el Ministerio ya es otra. Nada de amenazas de intervenir la sociedad, nada de apercibimientos, nada de titulares gruesos", pero no cuenta que tuvo que desconvocar la Asamblea Extraordinaria de diciembre (no recuerdo un precedente tan chapucero) precisamente porque se recibió un requerimiento ministerial que le advertía de que había incumplido los compromisos respecto de la información que éste le exigía.

Eso sí, Onetti zanjó la cuestión sin explicar a los socios nada de nada, despachándolos con un "por causas técnicas", siempre tan socorrido.


En resumen, elijan ustedes si cuando el presidente presume de la buena salud de la entidad:


1- NO SABE.

2- NO CONTESTA

3- MIENTE.


Pero, seguramente, la mejor manera de saber si esa buena salud, respecto de años anteriores, de la que presume el señor Onetti es real, o sólo una ensoñación presidencial, es intentar hacer una "radiografía" de la entidad en ese periodo, atendiendo únicamente a datos fidedignos, números reales y auditados, publicados por la propia Sgae, y no a cantos de sirena.


Radiografía de Sgae 2018/2021

Dice el señor Onetti al diario ABC, con ese osado ímpetu que da la ignorancia, refiriéndose a él y su junta, que "hemos tomado medidas que eran abiertamente impopulares y que nadie sabía cómo debía tomar, como suspender el anticipo o subir el descuento de administración.

Nadie quiere suspender los anticipos y nosotros lo hemos hecho. Nadie quiere subir el descuento de administración y nosotros lo hemos hecho. Nadie quiere hacer un ERTE y nosotros lo hemos hecho. De la misma manera afrontaremos lo que tengamos que afrontar para sanear la entidad, por supuesto".


Convendría que alguien le explicase (a él, o a quien asesora su comunicación) que la subida del descuento no es una medida que antes se eludiese y que él ha afrontado con valentía. Simplemente, antes no era necesario, ya que las cuentas y la caja no lo exigían. Fue la penosa gestión de 2019 (el señor Onetti era ya miembro de la Junta Directiva, del Consejo de Dirección y Vicepresidente del Colegio Audiovisual y, por lo tanto, conocedor y corresponsable del desaguisado), la que obligó a hacerlo.

No es que nadie hubiera querido subir el descuento...

¡Es que nadie tuvo que hacerlo antes de él!


Eso sí, no duden de que, a consecuencia de su gestión, tendrá que volver a manifestar esa "valentía" el próximo mes de junio, cuando se presenten las cuentas de 2021.


El Patrimonio Neto de Sgae a 31 de diciembre de 2018 era de –11,8 millones de € y no alcanzaba el límite estatutario de ese 20% que exige la subida del descuento. De hecho, se había reducido en 2 millones de € en ese ejercicio.

Esa fue la herencia patrimonial recibida (aunque al presidente le incomode y pretenda ignorarla).

A 31 de diciembre de 2019, sin embargo, la gestión (ya de la nueva junta, en la que estaba, como hemos dicho, el señor Onetti como Vicepresidente y miembro del Consejo de Dirección) produjo unas pérdidas de –22 millones de €, lo que incrementó ese patrimonio negativo hasta los –29,5 millones de € (es decir, casi triplicaron el deficit en un solo ejercicio).

La subida del descuento fue, por lo tanto, obligada por las circunstancias, pero no heredadas (como pretende justificar Onetti), sino provocadas por esa gestión.

Tampoco se ajusta a la verdad Onetti cuando dice que el descuento "Se subió en 2019. El descuento está ahora mismo en el 19,95%" y añade que "Este 2022 no está sobre la mesa subir más el descuento. Al contrario, lo que queremos es bajarlo cuanto antes. Porque las cuentas se van a ir saneando, seguro".

Como hemos visto, no se subió en 2019 (ya que, ni la situación patrimonial, ni la caja heredadas de la gestión anterior lo requerían). La subida se hizo en 2020, a consecuencia de la debacle patrimonial y financiera que trajo la gestión de la nueva junta en 2019.


También es muy onettiana la cifra: un 19,95%. Ello le permite hablar coloquialmente de un descuento del 19% (ya se sabe, en ese redondeo politiquero y de comercios en rebajas) en lugar del prácticamente 20% que es en realidad. Ese 20% es una cifra abstracta, por otra parte, ya que representa una media y no especifica los descuentos reales que los socios soportan en determinados ámbitos de recaudación. Por ejemplo, no dice que los socios tendrán un descuento del 35% (una subida del 5%) en la recaudación de VARIEDADES, salvo que se trate de "grandes conciertos" (ya saben, los de los artistas de las multinacionales), que mantendrán el descuento del 9%. Es decir, a las modestas actuaciones de artistas en salas más pequeñas, que no llegan a ser "grandes conciertos" (se siente, haber firmado con una multinacional para tener más audiencia), se las penaliza con una subida del 9% al 35% (ni siquiera el 30% que pagaban las variedades pre-onettianas).


Por lo visto, esta Sgae del señor Onetti, no sólo te quiere pagar menos si tienes poca audiencia (o nada, incluso, si es muy poca), sino que, además, y en una contradicción curiosa, te cobra mucho más por gestionarte si eres un autor modesto (pero eso no te lo cuenta).


En EMISORAS, las TVs subieron del 13% al 18%, las Radios del 13% al 15%, en RECEPTORES del 30% al 35% y la COMUNICACIÓN PÚBLICA (EJECUCIÓN HUMANA y MECÁNICA) igualmente del 30% al 35%.

El CINE sube del 14% al 20% (cortesía del presidente audiovisual para su colectivo, que cada día es menor).

Debajo pueden ver la tabla de descuentos anterior (hasta 2019) y la aprobada en 2020 por unos socios que nunca vieron el detalle de la misma (y que, en algún caso, tal vez les sorprenda).





Dice, además, Onetti que no tienen nuevas subidas sobre la mesa (de nuevo falta a la verdad), pero lo cierto es que ya debió proponer una nueva subida en 2021, ya que, ni siquiera apropiándose de 10 millones para fondos propios, aliviando artificiosa e irregularmente el pasivo, e incrementando de esta forma el activo, evitó superar el límite estatutario que así lo exige, tal y como dejó claro el director financiero recien fulminado, incumpliendo así la norma esatutaria "en su literalidad", (como reconoció sinuosamente la propia directora de los Servicios Jurídicos), al no hacerlo.




La clara sentencia de la que Onetti no informará

Ahora, además, aunque también intenta minimizar la cuestión, la sentencia (de la que no nos informan porque siguen estudiándola, dice) que les obliga a devolver a los socios los 10 millones que se apropiaron para maquillar sus cuentas, tendrá una repercusión muy negativa en el pasivo (ni la "flexibilidad" de los auditores de cabecera podrá ya ignorarlo), lo que implica que, tenga lo que tenga Onetti sobre su mesa, no podrá evitar cumplir con esa "literalidad" del artículo 95 de los Estatutos, salvo que la señora Beca encuentre algún otro recoveco intelectual para eximirlo y decida asumir personalmente la responsabilidad del incumplimiento indefendible.


Por lo que se refiere a los anticipos, la cosa es parecida. Lo que Onetti pretende vendernos como un acto heroico, no fue sino una decisión obligada por una caja temblorosa e incapaz de asumir una práctica que, nunca antes, había sido necesario eliminar. Es la primera vez que Sgae no puede dar anticipos a sus socios, esa es la realidad y no otra.

Resulta patético, además, escuchar a Onetti presumir de ello, la verdad. Sobre todo cuando acaba de fulminar al director financiero por dejar clara esta situación de caja y advertirle de que su pretensión de recuperar los anticipos justo antes de la asamblea era inasumible. Porque el señor Onetti, diga lo que diga, quería estimular el apoyo social con un dinero que no hay. Decirlo, entre otras cosas, le costó el puesto al señor Soria (un despido disciplinario por el terrible delito de informar y cumplir con su responsabilidad frente a los socios). Puesto que, por cierto, tienen que cubrir. Y no crean que para ello, pese a tratarse de uno de los puestos claves de la organización, han recurrido a algún "Head Hunter" de solvencia, no. El señor Restrepo ha preferido poner un anuncio en infojobs.net, una web de ofertas de empleo cuya media salarial de las vacantes es de 23.594 € brutos anuales, lo que da una idea de dónde quiere pescar el director general al nuevo responsable de las finanzas de Sgae.

Recaudación TVs y Radios. Sobran las palabras...

Continua el entusiamo mediático del señor Onetti diciendo que "Veníamos de una situación absolutamente pésima. Teníamos la casa hecha unos zorros y todo el mundo lo sabía. Institucional y económicamente estábamos muy mal y ahora hemos arreglado todas las cuestiones institucionales".


La realidad (y las cuentas están ahí para demostrarlo), es que venían de una situación, vuelvo a recordarle, en la que Sgae había recaudado más de 300 millones de € el año anterior a su llegada y perdió 36 millones de recaudación solo en el primer año de la gestión de su Junta Directiva. En lo que respecta a TVs y Radios, basta con mirar el cuadro a la izquierda para ver la "pésima" herencia que le dejamos en 2018 y la "gloriosa" gestión posterior (ya con el señor Onetti como vicepresidente, primero, y como presidente después). Que en 2020 bajase la recaudación de conciertos, discotecas, cines etc, parece justificado, nadie lo niega. Pero que, en pleno confinamiento, sin otra cosa que hacer, caiga aún más la recaudación de radios y TVs (que ya se había desplomado en 2019 sin pandemia) es de nota.

Eso sí, no todo baja, y cualquiera que se moleste en mirar con un poco de interés las cuentas, podrá ver que a los socios cada año nos cuesta más que nos recauden menos.


Pero nada como ver las cuentas publicadas oficiales para comprobar que el señor Onetti, o no se entera, o simplemente miente... (lo que heredaron de 2018 y lo que dejaron en 2019 y 2020). Lo de 2021 lo veremos en junio y vayan preparándose.

– El deficit en 2018 (con un resultado positivo del ejercicio de 8,1M€) era de 11,8 millones de € (que se redujo en 2 millones en ese ejercicio respecto del anterior, después de pagar 6M€ en impuestos, antes de su llegada).

En sólo un año incrementaron este déficit en 22 millones, hasta dejarlo en –29,5 millones de € (y hablamos de 2019, en el que no había pandemia ni excusa alguna).

En 2020 lo incrementaron en algo más de 7 millones de € (y eso con algunos equilibrios contables muy meritorios e imaginativos y una comprensiva actitud auditora), alcanzando los –37 millones de €.


– El descuento medio era, como hemos visto, del 15% y los socios tenían derecho a los anticipos y a un seguro que los cubría profesionalmente. Después de un año de pésima gestión, 2019, el descuento tuvo que subirse hasta un 19,95%, se anularon las pólizas de SEGURARTE y los socios perdieron sus anticipos. Todo eso ocurrió en 2020, pero no por la Pandemia, sino por la desastrosa gestión de 2019. De hecho, la caída fue tan brutal que casi minimizó la de 2020, ya sí con el coronavirus en la escena. Si algo han demostrado el señor Onetti y sus adláteres es que no necesitan de una pandemia, ni un confinamiento para dejar temblando la caja.


Por eso, cuando el señor Onetti añade en su discurso mediático que "Bueno, yo creo que la percepción general es que la cosa ha mejorado muchísimo y sigue mejorando. Tenemos un plan que lo vamos cumpliendo día a día", no sabe uno si habla en broma, o atraviesa alguna crisis existencial que le nubla el entendimiento.

Viendo los números de los últimos años (y mucho me temo que los de 2021 no van a darnos ninguna sorpresa), leer a Onetti afirmar a Europapress que "A mí lo que más me preocupa es que podamos conseguir aumentar la recaudación y podamos bajar el gasto de funcionamiento. Estamos dando pasos de gigantes en muchos aspectos, somos una entidad muy grande" me hace pensar que, tal vez, estemos ante un problema de orientación (o, más bien, de desorientación); porque lo cierto es que sí podemos considerar que se están dando pasos agigantados, pero, lamentablemente, en la dirección contraria a la que nos anuncia el señor Onetti. Según él, "hay gente a la que le interesa seguir dando visiones catastrofistas". Supongo que se referirá a los que consideramos que caer un 35% en la recaudación en sus primeros dos años, perdiendo 36 millones sólo en 2019 (y ya veremos las cuentas de 2021, que son todavía un misterio y que nos presentará el ganador del concurso de infojobs), triplicar el déficit, perder un importante número de socios que han salido de estampida, y tener una perspectiva judicial muy, pero que muy negra (no ganan un pleito, oiga) que va a suponer nuevos varapalos reputacionales y un coste financiero muy importante, es un escenario bastante menos idílico que el que nos presenta el presidente en su despliegue mediático, pero, desgraciadamente, es lo que hay.

Por otra parte, los atrasos que, por fin, ha pagado Atresmedia (llevaban dos años y medio sin conseguir que pagaran, es decir, desde que entraron Onetti, Cabal y compañía) serán, sin duda, un balón de oxígeno (sobre todo para algunos) de cara al reparto de junio, pero seguramente el señor Onetti no contará cuánto nos ha costado a los socios (y no a todos por igual) ese acuerdo con el que él y el señor Restrepo han intentado salvar la cara. La rebaja supera los 20 millones de €. La generosidad de Onetti y de Restrepo (ellos, a fin de cuentas, van a cobrar lo mismo) ha sido providencial, desde luego, pero a este paso la recaudación de las televisiones va a caber en una hucha de sobremesa.


Recaudación AV (18M€ de un total de 246M€)

Claro que a lo mejor, el señor Onetti habla de un escenario heredado porque se considera ajeno a lo acontecido en la etapa anterior a su presidencia y piensa que lo ocurrido durante su vicepresidencia es un asunto que no le atañe. Lo que ocurre es que tampoco su paso por la más alta magistratura audiovisual ha sido como para tirar cohetes, la verdad.


Los socios del AV representan un 8,6% de Sgae

De hecho, su etapa ha cosechado récords muy notables, aunque, lamentablemente, no particularmente beneficiosos para su colectivo. El éxodo de socios del Audiovisual hacia DAMA ha sido una constante en estos dos últimos años. La última hornada, el pasado 31 de diciembre, deja al colectivo muy mermado dentro de la entidad, tanto en número de socios, como en cifra de recaudación y relevancia económica (en el cuadro adjunto vemos que su recaudación en 2020 fue de 18 millones de €, lo que supone alrededor de un 7% de la recaudación de Sgae de ese año).

Claro que su sucesor en la vicepresidencia audiovisual, el señor Carlos Navarro, tampoco parece que haya estudiado mucho el asunto que, supuestamente, debe gestionar. En su comunicado a los socios del Colegio Audiovisual, de cara a la asamblea del día 9, les dice, con inusitado entusiasmo, que "La propuesta es cambiar a regirnos directamente por los datos de audiencias y los ingresos de publicidad. Los datos los suministrará una empresa especializada de forma pormenorizada y diferenciada por cadenas y por hora. De esta forma, las liquidaciónes que vais a recibir por vuestras obras cuando se emitan en televisión serán más acordes al dato obtenido directamente de audiencia".

Yo me pregunto (como seguramente harán los socios audiovisuales históricos de Sgae) si el señor Navarro está al corriente de lo que eran las primas de estreno y, en general, todas aquellas otras medidas de protección del audiovisual español frente al colosal desembarco del repertorio internacional, que a menudo lo dejaba al margen de los horarios más comerciales.

Es, desde luego, muy meritorio y muy valiente el pedirle a sus representados el voto para que la protección del repertorio audiovisual patrio pase a la historia de Sgae y sea sustituido por una sobrevaloración de los criterios comerciales y de audiencia (incluidas las cadenas públicas). Todo ello a beneficio, no ya del repertorio audiovisual internacional (que ya está mayoritariamente en DAMA), sino de las B.S.O de ultramar, que alimentarán el insaciable apetito de las majors y acrecentarán sus cuentas de resultados, merced a la ingenuidad del señor Navarro y sus colegas (Onetti incluido).

Estoy seguro de que, entre los clásicos del colectivo (los que no han huido ya, se entiende), correrán lágrimas de emoción cuando lean el comunicado de su actual vicepresidente, y muy especialmente ante el párrafo que dice "El autor sigue la suerte de su obra" es una máxima en derechos de autor y estamos convencidos de que, con la propuesta de reforma del reparto que llevamos a votación, estamos más cerca de cumplirla. La trazabilidad en el reparto es uno de los principios que nos deben guiar en nuestras decisiones".


¡Viva la trazabilidad audiovisual! –le responderán, sin duda... Pero desde DAMA.


Por otra parte, el cese de la directora de la DIVISIÓN AUDIOVISUAL (esa creación de Onetti y Cabal que ha resultado un fracaso notable), Fabia Buenaventura (en su caso si sale bien indemnizada) deja huérfano al colectivo y se tendrá que cubrir con la contratación de un nuevo responsable. Para ello, eso sí, han contratado los servicios de un Head Hunter; lo de infojobs está bien para la dirección financiera.


FALSIFICACIONES DE VOTOS POR DELEGACIÓN


Alude, por último, el señor Onetti (incómodo, seguramente por el hecho de que le sacaran el asunto a colación) a la investigación policial ante las falsificaciones de delegaciones de votos en la pasada asamblea, y dice:


"Son unas presuntas falsificaciones que se detectaron y no llegaron a computarse nunca. Eso demuestra que los mecanismos funcionaron. Se ha puesto una denuncia porque así lo aprobó la junta directiva, y sigue su camino en sede policial o judicial. No hemos vuelto a tener noticias de ella. Nosotros seguimos garantizando que nuestras elecciones son limpias. Nadie ha podido demostrar a día de hoy que ninguna irregularidad haya influido en los resultados. Una cosa es que alguien intente manipular firmas en las delegaciones, que es lo que ha pasado, y otra cosa es que se hayan computado como tales. Esto no ha ocurrido. Fueron identificados y rechazadas".


Asesor Autor (22 julio 2021)

Sobre esta cuestión ya escribí en una entrada anterior, a la que me remito para aquellos que deseen entrar en el detalle (a la izquierda).


Sin embargo, me parece necesario matizar alguna de las afirmaciones del presidente, que parece minimizar un asunto tan grave (sobre el que tampoco ha considerado oportuno informar a los socios) y también algunas omisiones relevantes.

Veamos...






1- Las falsificaciones no son "presuntas", sino ciertas y comprobadas (la presunción de inocencia debe aplicarse a quienes pudieran ser responsables de su elaboración y presentación, naturalmente, pero no al hecho mismo de la falsificación, que es cosa demostrada).


2-Afortunadamente, la Secretaría General, que encabeza el señor Ezpondaburu, detectó estas falsificaciones e impidió que los votos espurios fuesen contabilizados. Sin embargo, la investigación que se llevó a cabo permitió detectar que en pasadas consultas aparecían delegaciones firmadas por los mismos socios a los que se había suplantado hoy, quienes habrían asegurado no haberlas firmado tampoco entonces, lo que abre la puerta a una posible concurrencia (en esos casos, sí efectiva) de votos falsificados en anteriores consultas recientes.


Todo ello está siendo investigado en sede policial a día de hoy.


Tampoco dice el señor Onetti que este celo del actual Secretario General ha obtenido como "premio" una clara animadversión por su parte, que se traducirá en una propuesta de cese que llevará a la Junta Directiva después de la Asamblea del día 9.

Detectar una irregularidad y advertir de ello a la actual Junta Directiva es una apuesta de riesgo y un pasaje seguro al despido fulminante en la "saludable" Sgae del señor Onetti.


3- Es cierto que se ha puesto una denuncia que aprobó la Junta Directiva. Pero lo que no dice Onetti es que ésta necesitó de dos reuniones para ello, en las que algunos mostraron mucha resistencia y sugirieron dejar la cosa en una investigación interna que no mostrara más "vergüenzas" de Sgae, preocupados, además, por el hecho de que la posibilidad de que hubiera ocurrido en consultas anteriores (como sugería la investigación) podía conllevar impugnaciones. Que la cuestión pudiera terminar en manos de un juez era, también, algo que inquietaba a más de uno.

Tampoco dice el señor Onetti que algunos de los "beneficiarios" de estas delegaciones (es decir, en quienes habrían delegado sin saberlo, por haber sido suplantados, estos socios) son miembros de la Junta Directiva, lo que no supone en modo alguno una culpabilidad, naturalmente, pero sí haría esperar un mayor celo a la hora de exigir una investigación rigurosa del que mostraron en dichas reuniones, según nos comentan.


4- Que diga que siguen garantizando la limpieza en las consultas resulta, cuanto menos, un poco ingenuo. Que se hayan detectado estas falsificaciones, que la investigación señale la posibilidad de que haya ocurrido en consultas anteriores, o que las personas a las que (siempre desde el respeto de la presunción de inocencia) apuntan las primeras indagaciones continúen desarrollando su actividad en la entidad y participen en la organización de la próxima asamblea no es precisamente una garantía de la limpieza de la Sgae onettiana. Más bien, lamentablemente, todo lo contrario.



ASAMBLEA TELEMÁTICA (Onetti prefiere las asambleas sin socios)

El hecho de que, una vez más, y en este escenario, el señor Onetti impida la presencia de los socios el día 9, burlando los estatutos y escudándose en una alarma inexistente, para que un sistema bajo sospecha sea la única forma de votar, no ayuda mucho a esa limpieza. Y tampoco el hecho de que, en clara sintonía con la política actual, el voto presencial, que anteriormente anulaba cualquier voto previo (como ocurre en todos los procesos democráticos normales) hoy no tenga esa capacidad. De hecho, el socio que hubiera votado en una preasamblea (aquí, además, a mano alzada, sin derecho a la privacidad de su voto), o electrónicamente, no tendrá voto en la Asamblea General. Sólo voz (y eso si se la conceden). Esto es algo que se impuso en la reforma estatutaria de 2020 y que los socios (con el índice de participación más bajo de la Historia) aprobaron sin tener la menor idea de lo que hacían, seguramente.

¿Cuántos socios son conscientes de haber aprobado esta renuncia? (o de haberla permitido por pura negligencia).


¿Qué supone esta renuncia en realidad?


-En primer lugar hace que la asistencia a la asamblea de un socio que votó anticipadamente, sin la oportunidad de escuchar el debate o acceder a la información que allí se muestre, sea estéril, impidiéndole que pueda rectificar su decisión ante la mayor información de que dispone.


–En segundo lugar, potencia un voto anticipado difícil de supervisar, gestionado por un sistema que está hoy bajo sospecha.


–En tercer lugar, el admitir una sola vía de votación por socio conlleva que, en el caso de registrarse para votar durante la reunión telemática, no podrá votar anticipadamente. Si luego, por el motivo que sea, no le es posible asistir, su voto se perderá y su derecho a participar de las decisiones sociales se habrá visto cercenado por una norma arbitraria y muy conveniente para los actuales gestores. Tampoco podrás delegar tu voto si te has registrado para asistir a la asamblea (lo que implica que, si fuiste "madrugador", pero luego compruebas que te será imposible asistir, ya no podrás, ni votar anticipadamente, ni delegar tu voto en un socio de tu confianza).

Eso antes de 2020 no ocurría y tú podías perfectamente asegurar tu voto (haciéndolo por correo, o electrónicamente), pero sin renunciar a participar presencialmente, dando a tu voto final la prevalencia sobre el anterior.


Votar hoy en día es, además, un ejercicio de perseverancia, según denuncian muchos socios que han experimentado las deficiencias de un sistema que parece concebido para agotar su paciencia. Y lo que parece claro es que la Sgae onettiana está más cómoda cuanto menos participen los socios que no controlan sus "conseguidores de cabecera" (que, pese a estar bajo la lupa de una investigación policial siguen con sus manejos de siempre, animados tal vez por esa impunidad con la que lo vienen haciendo los últimos años).




TRLPI

Pero, si esta limitación injustificada del derecho de los socios a participar presencialmente en su asamblea (sin que concurran fuerza mayor o situación excepcional alguna) es, además, consentida por quienes debieran tutelar la limpieza democrática en la Sgae, la cosa es ya más grave, porque los socios, entonces, estamos solos y somos víctimas fáciles de los abusos de unos gestores que pretenden (y consiguen con la mayor impunidad) manipular la voluntad social, bajo licencia ministerial y a su capricho.


O por encargo, que es peor aún...


José Miguel Fernández Sastrón

(6 de febrero de 2022)



















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