top of page

UNA ASAMBLEA DE ANDAR POR CASA...

Foto del escritor: asesorautorasesorautor

Los malos gobernantes son elegidos por los buenos ciudadanos que no votan.

Si tuviéramos que medir el éxito del señor Onetti y su Junta Directiva por su poder de convocatoria, no cabe duda de que tendríamos que hablar del fracaso más sonado de la Historia de la Sgae. Presentar las cuentas y el informe de gestión en un teatro casi vacío debe ser, desde luego, una experiencia muy desmotivadora en términos de audiencia, y no hablemos ya en términos de legitimidad democrática.


El caso es que la primera Asamblea presidida por Onetti fue la de junio de 2020, que se realizó de manera telemática a causa de la pandemia. Contó entonces con una participación total de 1.925 socios (que suponían 19.719 votos). Claro que, aunque ello supuso un ligero descenso en número de asistentes y votos respecto de las anteriores, cabía argumentar en su defensa la situación pandémica, además del hecho de que, en realidad, apenas llevaba aun par de meses en el cargo y no eran sus cuentas ni su gestión las que sometía a los socios.

Su primera Asamblea como Presidente, en realidad, fue la de 2021 y en ella podría mostrar su verdadero tirón social. Debió haberla celebrado de forma presencial, pues no estábamos ya en situación de confinamiento, pero Onetti, presa del miedo escénico tal vez, prefirió convocarla de nuevo de forma exclusivamente telemática. Aquí ya sí sometía a los socios sus cuentas y su gestión y los datos de participación total fueron de 717 socios (que suponían 10.133 votos). Hubieran sido algunos más, eso sí, si el entonces Secretario General, señor Ezpondaburu, no hubiera detectado las falsificaciones que hoy están en sede judicial, en un proceso en el que el propio Onetti, junto con otros altos cargos de la entidad, aparece como investigado. Como premio a su celo, Ezpondaburu fue cesado fulminantemente.


Su primera comparecencia presencial, como Presidente, en una Asamblea no se produjo hasta el pasado año 2022. En ella, la participación total cayó todavía más, hasta los 599 socios (que suponían 7.830 votos) Aquí ya no había pandemia (ni real ni "preventiva"), pero no parecía que los socios tuvieran mucho interés en ver a su presidente en directo. Algunos mal pensados atribuían esta caída a la polémica por la presunta falsificación de votos que se habría producido en anteriores convocatorias, lo que habría dificultado tal práctica en esta ocasión, pero eso son sólo conjeturas, naturalmente.


El caso es que el "caché" de Onetti no parece mejorar mucho, a tenor de lo que vemos en esta última Asamblea de ayer, día 30 de mayo de 2023, cuyos datos de participación son los peores que se recuerdan y llegan a rozar lo patético (aunque, a este paso, no descartamos que caigan todavía más en un futuro).


Decía el señor Onetti en su Carta a los socios, dentro del Informe de Gestión, lo siguiente:


"Queda todavía mucho camino por recorrer, pero estoy convencido de que entre todas y todos, con el apoyo que habéis brindado a la actual Junta Directiva, lograremos sortear obstáculos, superar barreras y dotar de la mayor solidez y dignidad a esta querida Sociedad de Autores y Editores, de la que podemos y debemos sentirnos muy orgullosos".


Antonio Onetti

Presidente de SGAE



El problema es que ese "apoyo que habéis brindado a la actual Junta Directiva", en el que basa su legitimidad y en el que sustenta la aprobación de sus cuentas, su gestión y sus propuestas en general, es prácticamente residual, alcanzando apenas un 0,34% del total de los socios del la entidad, una participación que muestra un claro desapego de la masa social respecto de su entidad.


Solamente 454 socios, de los más de 132.000 que componen la actual masa social, participaron en la Asamblea (lo que supone un total de 5.785 votos).


De ellos:

- 98 socios asistieron presencialmente (aportando 1.563 votos)

- 65 lo hicieron por vía telemática (657 votos)

- 289 votaron anticipadamente en la web (3.563 votos).

A eso se sumaron 2 socios por delegación (2 votos), lejos de esas cifras de delegaciones tan relevantes en otras ocasiones...

Es evidente que la legitimidad de esta Asamblea deja mucho que desear y que el poder de convocatoria de Onetti y compañía es cada día más paupérrimo.

Tampoco es de extrañar, si tenemos en cuenta el pobre espectáculo que nos ofrecen y la opaca y pueril información que nos aportan. Resulta difícil de asumir, por ejemplo, que el director de Redes Digitales fuese incapaz de responder a un socio sobre el detalle de la recaudación digital ("no recuerdo la cifra", le dijo cuando éste le pidió el montante del último periodo, aunque fuera de manera aproximada). Los socios tienen un día al año para preguntar a sus gestores, pero estos, ya lo ven, comparecen a la Asamblea sin hacer los deberes.


Claro que peor es lo del Director Financiero, señor Parada, que, impertérrito, no dudó en afirmar que los cargos por valor de 5.396.000€ que debían hacerse (en cumplimiento de una Sentencia Judicial) a aquellos socios que habrían cobrado de más, habían sido facturados y abonados a aquellos que resultaron perjudicados; pero el abono se hizo con cargo a la caja de la sociedad. Cuando yo mismo le pregunté si lo que habían hecho era pagar la deuda con la entidad de unos socios determinados con el dinero de todos los socios, permitiendo que aquellos que cobraron de más no devuelvan ese exceso, tuvo la desfachatez de decir que eso era lo normal, afirmando que lo hizo con dinero procedente del descuento de administración, como es, según afirmó, la práctica común, presumiendo de algo que bien podría calificarse como un supuesto de administración desleal "de libro". O este sujeto es un absoluto ignorante, o nos toma por tontos a quienes pagamos su sueldo.

En su defensa salió un enérgico Onetti, para decir que esto no era un interrogatorio policial. Y en eso tiene razón, tal vez; pero, si es así como están haciendo las cosas, no tardarán en verse sometidos a uno que sí lo será...


En definitiva, una Asamblea irrelevante en la que la desidia social permite que una gestión delirante siga cercenando la raíz de una entidad centenaria cuyo futuro es más bien oscuro.


El oscurantismo de las Asambleas Onettianas afecta también a la publicación de los resultados de las votaciones. A diferencia de lo que ocurría antes de su llegada, ahora los socios no tienen la oportunidad de conocer in situ el resultado de cada votación, pasando al siguiente punto con total incertidumbre a ese respecto. Argumentan para ello que, dado que los socios que asisten telemáticamente podrán votar hasta las doce de la noche, no pueden ofrecer el resultado hasta el día siguiente. Eso implica que, aunque se podría conocer inmediatamente el resultado de más de cinco mil votos presenciales, anticipados y delegados, lo que permitiría a los asistentes hacerse una idea casi definitiva de la situación, nos obligan a esperar por los seiscientos y pico votos telemáticos. Ya lo ven, todo un dogma de fe, que, en las actuales circunstancias, en las que un juzgado investiga la falsificación de votos asamblearios, es mucho pedir a los socios. De hecho, ni siquiera entonces nos ofrecen el resultado detallado, sino sólo el total (cosa que antes tampoco ocurría).


Hoy han publicado los resultados en la web de Sgae, pero, como he dicho, sin ofrecer el detalle en cuanto a su origen (presencial, anticipado o telemático).


En el comunicado nos dicen:


"Los miembros de la Sociedad General de Autores y Editores (SGAE) han aprobado ayer las Cuentas Anuales de la entidad y los Informes de Gestión, Auditoría, Transparencia y de la Comisión de Supervisión correspondientes al ejercicio de 2022; además de una serie de cambios en los Estatutos y Reglamento, en la Asamblea General Ordinaria de la entidad. La reunión de carácter anual tuvo lugar en formato híbrido: de manera presencial en Madrid y también de forma telemática, con el fin de fomentar la participación de los miembros de la Sociedad. Todos los puntos del orden día fueron aprobados".


Resulta cómica, para empezar, la alusión al formato híbrido, "con el fin de fomentar la participación de los miembros de la Sociedad". Sobre todo teniendo en cuenta que la participación ha sido la más baja de los últimos años (incluida la pandemia).

En todo caso, vemos que el apoyo conseguido por el señor Onetti y su Junta Directiva ha sido de media de un 70% de los votos emitidos (muy lejos, eso sí, de ese 99% de los tiempos felices de García Pelayo).

Pero es que, además, si tenemos en cuenta que la participación ha sido de alrededor de un 0,34% de la masa social, la realidad es que apenas un 0,25% de los socios ha aprobado las cuentas y la gestión del satisfecho presidente (que atribuye esta ridícula cifra a la confianza que despierta entre los socios y la tranquilidad de estos ante sus logros, que no consideran necesario ratificar en Asamblea a su lider supremo).

Y es que el que no se consuela...

Dice el señor Onetti que él se siente legitimado (lo de estar imputado en una presunta falsificación de votos no le parece cosa importante ni motivo para dimitir, naturalmente) y que seguirá en la Presidencia mientras tenga el apoyo de la Junta Directiva. Y teniendo en cuenta que algunos miembros de esa Junta forman parte de los beneficiados por la generosa interpretación del señor Parada y cuentan con la dócil anuencia presidencial para consolidar sus propias cuentas de resultados (a costa de todos los socios), este apoyo se mantendrá firme, no lo duden, al menos hasta que, cumplido el encargo, lo consideren amortizado sus hoy agradecidos valedores.


Y el Ministerio, entre tanto, a por uvas...


Sólo los socios en Asamblea podrían detener esta debacle, pero, como hemos podido ver, parecen haber tirado la toalla, dejando su casa en manos de quienes se esmeran en hacer de ella un erial...



José Miguel Fernández Sastrón

(31 de mayo de 2023)





Commenti


bottom of page